Cuando se pretende hablar de alguien, de algo o citar el nombre de un país en una guía internacional se debe, como mínimo, conocer su ubicación en el mapamundi, globo terráqueo o llámenle como quieran.
Digo esto porque al parecer esto le ha importado poco al señor Thomas Kohnstamm, quien dice ser autor de una docena de libros de viajes para una editorial muy conocida como lo es Editorial Lonely Planet, quien admitió públicamente haber cometido plagio .
Aunque estoy muy sorprendido, aún mucho más, de conocer que esta "prestiogiosa" Editorial que vende más de seis millones de guías al año, dice haber revisado las obras del plagiario sin hallar inexactitud alguna.
¿Las revisarían o también andarían cortos de presupuesto?
Sin embargo, lo sorprendente no es que lo haya admitido sino el hecho que reconociese su falta en un nuevo libro (supongo que saldrá a la luz una nueva publicación en la que reconocerá que esta ha sido también fruto del plagio) "¿Los periodistas de viajes van al infierno?", parte de su contenido ha sido publicado por el diario británico "The Daily Telegraph".
Colombia es un país con muchas dificultades y muy importantes, pero esto no priva a su pueblo y a sus gentes del respeto que se merecen.
Acaso es menos país que Isarael, por ejemplo, que mantiene en guerra pero cuenta con el apoyo de la comunidad internacional, o Turquía que arrastra problemas internos entre etnias, para citar a algunos.
Admite este señor "sinvergüenza" alguna que la información se la dio una chica que trabajaba como becaria del consulado de Colombia porque según él no le pagaban lo suficiente para conocer el País. Es posible que si hubiese ido podría haber escrito una guía mucho más honesta y quizás hubiera sorprendido a mucha gente incluyéndose él mismo.
LE DOY UN CONSEJO SEÑOR THOMAS "DON PLAGIO" KOHNSTAMM conozca para que hable y sobre todo para que escriba. De verdad debía estar pasando mucha hambre para tener que escribir de un sitio que no conocía. Tal vez debió citar entre comillas todo el texto, de esta manera podría haber escrito: es que me dijeron "..." o me contaron que "...".
Debo finalmente aceptar que nada que se diga de una persona, o de un pueblo, se dice con veracidad cuando se ha vivido en primera persona. Como todo, cuando es fruto de la experiencia.
Diario 20 Minutos de Barcelona, Actualidad, Página 11, Martes 15 de abril de 2008.
Digo esto porque al parecer esto le ha importado poco al señor Thomas Kohnstamm, quien dice ser autor de una docena de libros de viajes para una editorial muy conocida como lo es Editorial Lonely Planet, quien admitió públicamente haber cometido plagio .
Aunque estoy muy sorprendido, aún mucho más, de conocer que esta "prestiogiosa" Editorial que vende más de seis millones de guías al año, dice haber revisado las obras del plagiario sin hallar inexactitud alguna.
¿Las revisarían o también andarían cortos de presupuesto?
Sin embargo, lo sorprendente no es que lo haya admitido sino el hecho que reconociese su falta en un nuevo libro (supongo que saldrá a la luz una nueva publicación en la que reconocerá que esta ha sido también fruto del plagio) "¿Los periodistas de viajes van al infierno?", parte de su contenido ha sido publicado por el diario británico "The Daily Telegraph".
Colombia es un país con muchas dificultades y muy importantes, pero esto no priva a su pueblo y a sus gentes del respeto que se merecen.
Acaso es menos país que Isarael, por ejemplo, que mantiene en guerra pero cuenta con el apoyo de la comunidad internacional, o Turquía que arrastra problemas internos entre etnias, para citar a algunos.
Admite este señor "sinvergüenza" alguna que la información se la dio una chica que trabajaba como becaria del consulado de Colombia porque según él no le pagaban lo suficiente para conocer el País. Es posible que si hubiese ido podría haber escrito una guía mucho más honesta y quizás hubiera sorprendido a mucha gente incluyéndose él mismo.
LE DOY UN CONSEJO SEÑOR THOMAS "DON PLAGIO" KOHNSTAMM conozca para que hable y sobre todo para que escriba. De verdad debía estar pasando mucha hambre para tener que escribir de un sitio que no conocía. Tal vez debió citar entre comillas todo el texto, de esta manera podría haber escrito: es que me dijeron "..." o me contaron que "...".
Debo finalmente aceptar que nada que se diga de una persona, o de un pueblo, se dice con veracidad cuando se ha vivido en primera persona. Como todo, cuando es fruto de la experiencia.
Diario 20 Minutos de Barcelona, Actualidad, Página 11, Martes 15 de abril de 2008.
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