Ya ha pasado lo peor, sólo que después de la tempestad la calma y como no podía ser de otra manera se comienza con una evaluación de los daños y de lo costoso que haya sido el paso de la tormenta por cada uno de los países que tuvieron que enfrentar su furia.
Sin embargo, en los medios de comunicación se hace eco insistente de una nación y de los destrozos que Sandy causó: Estados Unidos. Innumerable información gráfica, radio y televisión hicieron eco de su paso por Estados Unidos y la estela de destrucción y, esto no es malo, pero creo que sí parcializado. Porque los daños que Sandy causó en su recorrido por las islas caribeñas de Haiti, donde hubo más de 54 muertos, más de 20 desaparecidos y otros tantos heridos, además de la pérdida del 70% de la producción agraria del país es demasiado para un país que nunca se ha recuperado del terremoto que lo sacudio hace unos cuantos años, sean cuales sean las causas de su estancamiento. Es sólo que las vidas perdidas y las personas desaparecidas también tienen una persona querida que sufre con dolor esa pérdida.
Republica Dominicana también sufrió las inclemencias de Sandy, fue azotada por fuertes lluvias porque tuvo la suerte de no enfrentarse directamente a su furia.
Cuba es la isla caribeña que siempre tiene que enfrentar la furia de todos los huracanes que tiene la ruta del Caribe. Siempre además, de la pobreza generada entre sus habitantes por los inclementes embargos que enfrenta por los países de medio mundo, debe enfrentar el deterioro constante a causa de estos fenómenos naturales.
Duele ver que no exista vida más allá de Estados Unidos, que el dolor, la pobreza y la destrucción no se cuantifique más allá de sus fronteras y, aunque sus gentes también sufran, sufren también los que, aunque no tienen nada material, casi pierden lo único que les queda: la vida.
Quiero presentar mis condolencias a todas aquellas personas que de una u otra manera se han visto afectadas por este fenómeno natural, que han perdido a sus seres queridos, que han perdido sus pertenencias y que hoy enfrentan con resignación un futuro incierto.
Les dejo una serie de enlaces a las imágenes recopiladas por Google que dan una visión clara del sufrimiento de cada uno de los países que tuvieron que enfrentar la furia de Sandy: Muerte y destrucción.
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