A tal extremo nos llevan los vicios que nos vemos obligados a hacer peripecias y malabares para poder aliviar las necesidades que nos crean estos.
Este razonamiento parece haber llevado al propietario de un restaurante en Alemania para que su clientela, adicta a la nicotina, no se fuera en desbandada.
Actualmente en casi toda Europa existen leyes antitabaco, que como era de esperarse no se cumplen, que obligan a los propietarios de bares y restaurantes a habilitar zonas de no fumadores o por el contrario a eliminar estas zonas en función del aforo o tamaño del local, claro está que como siempre es normal que veas un aviso de prohibido fumar y, mientras comes, el vecino, el de la mesa contigua, te eche el humo en la cara haciendo caso omiso de los carteles prohibitivos o con el beneplácito del propietario.
Cierto es, que propietarios de bares como, el que se ve en la fotografía, haciendo uso de la imaginación, no quicieron dejar ni uno de sus clientes habituales y trataron de hacer lo imposible para que así fuera, ellos muy fieles, que lo son, han aceptado parece que gustosos de la opción que les ofrecieron para no dejar en ningún momento el sitio de su predilección a la vez que poder saciar sus necesidades de nicotina. Como se puede ver entre gustos no hay disgustos.
La pregunta es: ¿Llegarías hasta este punto, hacerte contrsionista, o podrias esperar un par de horas para el próximo cigarrillo?
Pues la respuesta parece obvia... Los contertulios de este bar alemán, no pueden aguantar un minuto más hasta el siguiente cigarrillo... puede más el vicio y la nicotina, por supuesto !
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