Como era de esperarse siempre que surge un brote epidémico, las alarmas saltan y las conjeturas también. Las conjeturas poco a poco se convierten en realidades y hechos una vez se realizan las investigaciones pertinentes.
Cuando surgió esta epidemia, una idea me rondaba la cabeza, una y otra vez, no podía dejar de pensar que esta como tantas otras enfermedades que hay en el mundo actualmente son producto del mercantilismo que mueve a las grandes farmacéuticas y que al hombre no le importan las consecuencias sino satisfacer un deseo avaricioso de acumular bienes.
Una de las reacciones, en su momento, acá en España y durante una de las intervenciones que hiciera la ministra de sanidad, fue la de invitar a la calma aludiendo a que España contaba con 10 Millones de Dosis de la vacuna que se elaborara en su momento para controlar la epidemia de Gripe Aviar, acto seguido comunicó que se liberaba la venta de este retroviral y que antes se conseguía exclusivamente con fórmula médica.
La liberación del retroviral que, al parecer, controla efectivamente la enfermedad producidad por el virus A/H1N1, Gripe A como se le bautizó en España, y Gripe Porcina como se conoce en el resto del mundo, disparó la venta y su agotamiento en los stocks de las cientos de farmacias de todo el país obligando a los propeitarios a realizar pedidos urgentes de la misma.
La gente atemorizada hacía acopio de dos y hasta tres cajas del medicamento, con el consecuente riesgo de provocar mutaciones en el virus o la resistencia al tratamiento.
Las medidas sanitarias han sido pocas o nulas, provocando episodios como el de la Academia de Ingenieros Militares de Hoyos de Manzanares donde se alertó sobre la posible infección de 500 militares, descartaándose poco a poco hasta quedar finalmente en un número indetermnado, el pánico en la comunidad de cerca de 8 mil habitantes donde se encuentra la Academia y a la que habían acudido de visita unos cientos de personas.
Las medidas no fueron las adecuadas porque en una situación de riesgo ante el contagio como la que se vive actualmente, no se alertó sobre los casos iniciados como una gripe común que en primera instancia debió ser descartada y no dar por sentado que era sólo eso "GRIPE COMÚN".
Las medidas sanitarias brillan por su ausencia provoca cierto temor viajar en Metro o Autobús y estar al lado de una persona que tose o estornuda usando como tapón las manos o sencillamente no se cubre ni la boca ni la nariz. A esto hay que añadir la casi nula práctica del aseo personal .
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