Los casquetes polares por su importancia para la preservación del eqilibrio climático y de la biodiversidad de la Tierra, debieran contar con la colaboración y el interés generalizado de la Comunidad Internacional, a la que parece importarle muy poco su suerte.
"Desde el principio el Polo Sur se concibió como un espacio de interés mundial, ajeno a los conflictos de intereses entre Estados y como un compromiso ambiental de escala planetaria, dado el valor de los procesos naturales que en él tienen lugar. El Tratado ha sido contundente en la prohibición de que en el área se lleven a cabo investigaciones relacionadas con el armamento nuclear y en el establecimiento de los criterios aplicados al desarrollo de la labor científica por parte de los países con instalaciones destinadas a este fin. ", tomado de Geografía y territorio. El tratado que fue firmado en Washintong en 1959 inicialmente por 12 países y hoy día cuenta con 46 países miembros.
El Polo Norte en cambio no cuenta con esta suerte, 5 países se disputan el derecho a este territorio y se frotan las manos mientras piensan como llenar sus arcas con las riquezas que se esconden en sus profundidades: minerales como los diamantes, gas natural y petróleo y, debido al calentamiento de la Tierra, el deshielo vertiginoso que sufre, propicia la ampliación de nuevas rutas marítimas para acortar las ya existentes que permiten mejorar los canales comerciales, como valor añadido, la fuerte explotación turística que ya es evidente.
El Polo Norte debiera contar con igual o mayor atención por parte de comunidad internacional, debido a la incidencia directa que tiene sobre el cambio climático, sin embargo, priman los intereses comerciales de los países más cercanos a él: Noruega, Rusia, Estados Unidos, Canadá y Dinamarca.
Debe declararse ya la zona de Interés Mundial. Su explotación debe ser ilegalizada por la comunidad internacional, además se debe instar a su conservación.
Enlaces de interés:
The Antarctic Treaty
Petroleras en el Polo Norte
Destrucción del Polo Norte
"Desde el principio el Polo Sur se concibió como un espacio de interés mundial, ajeno a los conflictos de intereses entre Estados y como un compromiso ambiental de escala planetaria, dado el valor de los procesos naturales que en él tienen lugar. El Tratado ha sido contundente en la prohibición de que en el área se lleven a cabo investigaciones relacionadas con el armamento nuclear y en el establecimiento de los criterios aplicados al desarrollo de la labor científica por parte de los países con instalaciones destinadas a este fin. ", tomado de Geografía y territorio. El tratado que fue firmado en Washintong en 1959 inicialmente por 12 países y hoy día cuenta con 46 países miembros.
El Polo Norte en cambio no cuenta con esta suerte, 5 países se disputan el derecho a este territorio y se frotan las manos mientras piensan como llenar sus arcas con las riquezas que se esconden en sus profundidades: minerales como los diamantes, gas natural y petróleo y, debido al calentamiento de la Tierra, el deshielo vertiginoso que sufre, propicia la ampliación de nuevas rutas marítimas para acortar las ya existentes que permiten mejorar los canales comerciales, como valor añadido, la fuerte explotación turística que ya es evidente.
El Polo Norte debiera contar con igual o mayor atención por parte de comunidad internacional, debido a la incidencia directa que tiene sobre el cambio climático, sin embargo, priman los intereses comerciales de los países más cercanos a él: Noruega, Rusia, Estados Unidos, Canadá y Dinamarca.
Debe declararse ya la zona de Interés Mundial. Su explotación debe ser ilegalizada por la comunidad internacional, además se debe instar a su conservación.
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The Antarctic Treaty
Petroleras en el Polo Norte
Destrucción del Polo Norte
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